Los síntomas incluyen micción frecuente, aumento de la sed, visión borrosa o fatiga.

Eso provoca micción frecuente, dolor o ardor al orinar y orina poco abundante.

Un trastorno metabólico como la diabetes o el consumo de ciertos medicamentos puede asimismo causar micción frecuente.

Un trastorno metabólico como la diabetes o la ingesta de ciertos medicamentos puede asimismo causar micción frecuente.

Mantener una hidratación adecuada hace que estos posibles tóxicos se concentren menos tiempo por la micción frecuente.